He aquí los sueños de los frusos.
Sus pesadillas, una arruga en el pantalón, los calcetines tirados en el piso, colillas en los ceniceros, un mortal pliegue en la sábana, el más pequeño desorden, la más leve asimetría.
Los frusos son puntuales, cumplidos, exactos. De ahí que la mayor parte del tiempo la pasen esperando que les cumplan la cita.
El fruso es un poco cándido, pero sabe cantar motetes ingleses del siglo XVI y es bueno para la música coral, las marchas y el remo.
El amor del fruso dura ocho días y es el único amor comprobadamente eterno que existe, pues también ocho días dura la vida del fruso.
Pocas especies están tan preparadas para entender la extraña sociedad amorosa de los frusos. Les parece insólita, cuando no grotesca. Todavía es concebible -¿lo es?- que se vuelva realidad la dulce mentira del amor eterno. Lo que resulta inextricable es que el amor sean entre dos y no entre tres o más, como es lo usual, o entre uno solo, como es mucho más corriente todavía.
Cada fruso nace simultáneamente con otro fruso. Su simetría y complementación son leyes genéticas entre los frusos. Los dos frusos predestinados a convertirse en pareja son colocados en una misma cuna durante las dos horas que dura la infancia frusa. Y nunca más se separarán hasta la muerte, que ocurre una semana después, o antes, si se produce el accidente fatal de un pliegue en las sábana, accidente que -ya se sabe- produce la muerte instantánea de los frusos, en una dolora convulsión que, eso sí, desarruga el tendido de la cama.
Dónde andará mi fruso ???
2 comentarios:
Y como sabes si eres una frusa?? es algo así como un horóscopo o que??
dudas dudas xD
besiños.
Meigh niña ... creo que toca acudir a la imaginación pero apuesto mil calcetines a que tu tienes de sobra :-)
Besiños frusos
Publicar un comentario