He venido acumulando con el paso de los años, regalos y más regalos que jamás llegaron a manos de su destinatario. Unos porque luego de haberlos comprado no volví a hablar con aquell@s para quienes iban, otros porque no tuve la oportunidad - o el coraje - para entregarlos, pero los regalos que me han rondado en la cabeza durante los últimos días son esos que jamás fueron aceptados. Esos que compre con cariño, en los que invertí varias horas de mi tiempo, aquellos que cargué en una maleta de un lado para otro por días y que una vez estuvieron listos para ser entregados , nunca fueron abiertos por es@s a quienes iban dirigidos...
Lo que pasa es que encuentro una gran satisfacción en regalar, creo que más que la que me produce que me regalen cosas (sí, no estoy mintiendo al respecto, sólo regalarme cosas a mi misma me gusta más ), y cuando veo frustradas mis ilusiones de ver sus rostros al descubrir los objetos, grandes o pequeños, valiosos o baratos (o de valor incalculable) que tenía para ellos, siento como si fuese a mí y no a ese paquete lo que rechazan... cuando pasan los días luego de haberles contado que tenía un presente ell@s y nunca llaman o se aparecen, siento que es a mí a quien no le abren la puerta y no a esos paquetes.
Tampoco se trata de que vaya por la vida así no más haciéndole regalos a cuanto imbecil se me cruza , no! así no es! si para mí ,como ya lo dije, es toda una tarea que requiere de dedicación, tiempo, pero sobre todo cariño, mucho cariño, porque debo aclarar que no son sólo aquellos que son - o fueron - 'objetos de mi deseo' los destinatarios de mis presentes; han sido amigos, amigas, compañeros de trabajo o de la universidad y el colegio cuando aún era estudiante. De modo que esto no tiene que ver con AMOR de pareja, esto tiene que ver con cariño y afecto persona-persona... y me jode cantidades estar así RODEADA DE REGALOS.!!!!
1 comentario:
hola. me has emocionado en algunos momentos con este post.
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