jueves, marzo 22, 2007

...confesa

A mi adorado puñetero...


Sabías que tarde o temprano haría esto, lo sé, lo sabías... me conoces. Hace ya 5 meses ( quién diría que es tanto tiempo ? ) nos cruzamos, nos unimos por las casualidades, las palabras, las notas al aire, los juegos, las notas a Ti y a tus alter egos con los que tanto me he entretenido
(ahora no tanto ).


Una de las mejores experiencias recientes de mi vida fue el viaje que hice al sur de mi continente a fines del año pasado, y lo sabes... estuviste allí, te llevé en mi equipaje y tus notas me mantuvieron despierta en los aeropuertos, y tus canciones me alegraron las noches en el hotel. Pero de repente, ese sutil hilo que nos unía, y que era capaz de superar distancias de cruzar océanos, de escalar montañas, se rompió... Y ya nada volvió a ser igual.

Me quedé con tanto para darte, también lo sabes, y no es sólo lo material, es todo, recuerdo tu 'en cualquier momento que lo necesites siente mi calor a tu lado ', tu ' te echo de menos guapa' , nuestra caja de lazo amarillo (que nunca más se abrió), 'haciéndote perder la paciencia o callándote con un beso'... y ya nada volvió a ser igual.


Tus besos eran cada vez más distantes - y más tardíos - y menos dulces, y más tristes, y más lejanos y menos tibios ... y tus cartas ya no se firmaban con amor sino con dolor, con pena, y un día sin más, dijiste 'no más'... y ya nada volvió a ser igual.

Y dijiste que no te irías, que estarías allí, que no dirías las frases típicas, y te fuiste, y cada vez me costaba más encontrarte y las dijiste todas, y las pensaste todas, y las volví a sufrir todas... y ya nada volvió a ser igual.

Y yo prometí que me iría, que me callaría, dije que no quería jugar el juego de ser tu amiga, y que jamás te mentiría... pero me quedé oculta en un rincón, observándote a lo lejos, y seguía enviándote palabras - y besos - con el viento, y jugué a ser tu amiga y mentí, porque no era cierto que estaba todo bien y que ser tu amiga me bastaba y que estaba acostumbrada, y que cada vez dolía menos, y que ya se me pasaría y que encontraría otros mejores, más cercanos, más reales amantes, mentí, seguí sintiendo celos de 'aquella', seguí queriendo ser la primera, la mejor, y fingí - y finjo - asumiendo con serenidad tus silencios, porque te fuiste pero me quedé... y ya nada volvió a ser igual.


Y cada carta, cada canción, prometo que será la última. y me lleno de rabia a ver si así te me sales, y me digo que es una tontería que no es cierto, que fue muy corto, que no pasó nada y que decir te quieros es tan fácil para todos, y que voy a decirte cosas dolorosas, mentirosas, amargas, a ver si por fin te enojas, y me escondo, y me voy a ver si ya no quiero que me encuentres más, pero me encuentras y sigo queriendo que me vuelvas a buscar, y me hago la fuerte pero tengo el corazón blandito, suavecito como un pie de fresas con nata, y hasta eso, ni las fresas, ni la nata, ni Bukowski, ni los refugios nucleares, ni los elefantes africanos, ni los trozos de la falda aquella que me regalo mi madre - y de la que te regale un vuelito - , ni los 21 de enero, ni los osos rosa que te dejan cortado, ni los poemas de mi futbol, ni el cine argentino, ni Hablaré catalán, ni el rozar y el no tocar, ni los monitos de los 80’s, ni los ángeles, ni Supay, ni tus lunares, ni los míos ... es que ya nada volvió a ser igual, ni lo será



... y a ver si por fin esta es la última vez


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca había pasado por aquí y me ha encantado este post tan emotivo. En estos casos se nos llena la boca de frases dichas y redichas mil veces, que aunque no ofrecen mucho consuelo tienen siempre un fondo de verdad. Así que ya sabes, lo que no te mata te hace más fuerte, y el tiempo lo cura todo. Algún día será la última, no lo dudes!

Cervecerix dijo...

Las promesas solo son palabras, lo único que tiene valor son los hechos. Suerte y ánimo!

Carolina dijo...

Lou: Gracias por tu comentario y por la visita, Bievenida :-) y saludos a las demás en la Casa

Cerve: Gracias bonito, tienes razón, Un beso para tí.