viernes, marzo 09, 2007

...frusa

Siguiendo con la Guía para Viajeros ( y no es que no esté inspirada para escribir algo mio, es que hoy me ha resultado casi como hecho para mí ).....


Frusos
Ser grandes jugadores de estrella china, viajar en un velero, dejarse crecer una flor en la nariz, poner la flecha en donde la clava el ojo –y también el dardo y el florete y el disparo y la palabra-.
He aquí los sueños de los frusos.


Sus pesadillas, una arruga en el pantalón, los calcetines tirados en el piso, colillas en los ceniceros, un mortal pliegue en la sábana, el más pequeño desorden, la más leve asimetría.


Los frusos son puntuales, cumplidos, exactos. De ahí que la mayor parte del tiempo la pasen esperando que les cumplan la cita.




El fruso es un poco cándido, pero sabe cantar motetes ingleses del siglo XVI y es bueno para la música coral, las marchas y el remo.


El amor del fruso dura ocho días y es el único amor comprobadamente eterno que existe, pues también ocho días dura la vida del fruso.

Pocas especies están tan preparadas para entender la extraña sociedad amorosa de los frusos. Les parece insólita, cuando no grotesca. Todavía es concebible -¿lo es?- que se vuelva realidad la dulce mentira del amor eterno. Lo que resulta inextricable es que el amor sean entre dos y no entre tres o más, como es lo usual, o entre uno solo, como es mucho más corriente todavía.

Cada fruso nace simultáneamente con otro fruso. Su simetría y complementación son leyes genéticas entre los frusos. Los dos frusos predestinados a convertirse en pareja son colocados en una misma cuna durante las dos horas que dura la infancia frusa. Y nunca más se separarán hasta la muerte, que ocurre una semana después, o antes, si se produce el accidente fatal de un pliegue en las sábana, accidente que -ya se sabe- produce la muerte instantánea de los frusos, en una dolora convulsión que, eso sí, desarruga el tendido de la cama.


Los frusos viven el uno para el otro durante todos los instantes de su vida, hasta el momento en que la muerta los junta en el paraíso de los frusos, donde ambos se convertirán en un solo ser que, como todo ser que está solo, se pasa la eternidad de su paraíso buscando un amor.



Dónde andará mi fruso ???

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y como sabes si eres una frusa?? es algo así como un horóscopo o que??

dudas dudas xD

besiños.

Carolina dijo...

Meigh niña ... creo que toca acudir a la imaginación pero apuesto mil calcetines a que tu tienes de sobra :-)

Besiños frusos